domingo, 30 de mayo de 2010

Buscando inspiración

¡Qué difícil es encontrar algo inspirador hoy en día! Si, se que es frase muy de abuelito, pero creo que estoy en lo correcto cuando establezco este punto. Vivimos de manera acelerada, buscando la mayoría de las veces una satisfacción inmediata a todos nuestros deseos (algunos legítimos, la mayoría animales), y nuestros "planes a futuro" se limitan a responder la pregunta ¿dónde voy a rockear el fin de semana?
Por lo anterior, no es sorpresa que nuestra generación tenga el attention span de un perro Chihuahua. Cada día surge algo nuevo, lo "in", algo que hace que revoloteemos a lo pendejo como una parvada en tachas. Y después de una o dos semanas, ya nadie se acuerda de que coños causó el revuelo. Simplemente nos preparamos para lo que viene, sin aprender, sin evitar repetir errores. No es posible ser más cíclicos.
Por eso, sentirse verdaderamente inspirado es bastante difícil. En mi vida en este momento ¿qué me podría inspirar?
¿El trabajo? Si bien soy de los afortunados cuya manera de ganarse la vida no consiste en empujar números en una hoja de excel y luego hacer una gráfica que explique los datos antes señalados, la verdad es que soy un ferviente creyente que el trabajo es remunerado porque es algo que si pudieras evitar, lo harías. No me malientiendan, me encanta lo que hago, y algunos de ustedes son testigos de que puedo intensear sobre ello horas, pero no siento que me inspire.
¿La fiesta? Mmmmm...más que inspirador es aterrador. Mi falta de control y/o llenazón en lo concerniente a las actividades de ocio hacen que no pueda ni siquiera vislumbrar un tipo de inspiración en dichas actividades. La fiesta es increíblemente divertida, pero usualmente se manejan emociones y conversaciones en los níveles más superficiales y simples (antes de las 4am cuando intenseas con tu compa y hasta llegas a llorar). ¿Fiesta? Nunca la dejaré, pero es muy poco probable que logre inspirarme en, digamos, cualquier tugurio que usualmente frecuente.
¿El dinero? Que me libre Dios, Alá, Chuck Norris, El Cuauh y cualquier otro superdotado de encontrar la inspiración en el dinero. El dinero es importante, y me considero una persona saludablemente ambiciosa. Pero como medio y nunca como fin. ¿Pa' que chingaos me quiero llenar de dinero si me voy a ir de este mundo a lo mucho con un traje bonito y en una cajota de madera? La única utilidad que le veo a lo material es hacerme la vida un poco más fácil y poner al alcance de mi mano experiencias diversas como viajes, cenas complementadas con buenas pláticas, y un guardarropa relativamente nutrido. Así que, la respuesta mi estimado(a) lector(a), es que el dinero no me inspira.
¿La política? Me apasiona, pero definitivamente no me inspira. ¿La selección? Una palabra: Bofo. No me puede inspirar. ¿La Academia, Latin American Idol, o Shakira en la inauguración del Mundial? Perdón, me acabo de vomitar tantito.
¿Qué puede inspirar a un apuestísimo tipo de 26 años con poca tolerancia a las pendejadas y a las falsedades, que gusta de cantar a todo volúmen rolas de Elton John, bañarse con la puerta abierta, y tiene una debilidad por los tacos campechanos? ¿Que podría ser tan increíble? ¿Existe tal cosa? ¿Qué me pudo haber faltado en el listado anterior?
Si, prepárate para el cliché. Viene. Ya casi. Ok, ok, ya en serio ya casi llega. Ahí viene: el amor.
Tan simple y llano como eso. El amor es lo único que me inspira. El amor a la familia, el amor fraternal, el amor a los amigos. El amor por escribir. El amor por estar vivo. El amor por ti. Si, por ti. Ti: persona del sexo femenino (perdón si defraudé a algún lector). Eso es lo único que me puede inspirar, y por eso todo lo que hago va encaminado a sentir amor (por contradictorias que sean mis acciones). Es lo único que realmente quiero lograr en esta vida. Puedo morir tranquilo si nunca manejo un Ferrari, nunca meto un gol en el Azteca, nunca procreo con Giselle Bundchen. Pero necesito encontrar el amor. Quiero encontrarlo. No va a ser fácil. Pero ahí la llevo.

domingo, 9 de mayo de 2010

Espero que disfrutes mis babosadas

No se que escribir. Me he acostumbrado a que los domingos plasmo las ideas en texto, y espero normalmente que el resultado sea algo leíble y disfrutable para mí, y en segundo lugar para cualquiera que tenga un rato libre para examinar la mente de un vago de 26 años. Hoy me ha resultado especialmente difícil escribir algo, tal vez sea por el cansancio, tal vez sea por el ruido que genera el fuerte viento y que escucho a través del balcón de mi departamento. Tal vez sea falta de talento...(obvio no). Pero es una realidad que estoy sufriendo de writer's (cock) block.
Empecé con un intento de poema/canción. Ese fue el primer tipo de textos que escribí, desde hace ya unos ayeres. Todo empezó por mi incapacidad de hablar con las mujeres, algo estilo el personaje indio de The Big Bang Theory (no tan fuerte el desorden pero existía). Debido a eso decidí plasmar mi 'ingenio' en pequeñas canciones. Algunas de ellas eran, me atrevo a decir, bastante buenas. En ellas vertía el romanticismo que no podía chorrear encima de los objetos de mi deseo en esa tierna edad. Como nota al pie, señorita lectora, el desorden ha sido superado. Como segunda nota al pie, creo que el término "chorrear romanticismo" debe formar parte del imaginario colectivo desde hoy.
Después de jugar con algunas ideas, vi que lo del poema/canción no iba a ningún lado, por lo cual decidí iniciar uno de esos textos que versan sobre mujeres, pedas, sentimientos que tanto disfruto escribir. Sin embargo, la verdad no estaba a gusto con el destino que estaba tomando ese texto. Terminaba en lugares comunes y clichés, con frases muy elaboradas alrededor de conceptos como amor, deseo sexual, soledad, etc. Entonces 'hice bolita la hoja y la tiré' y volví a empezar. Por cierto, quiero proponer que se escriba más con lápiz y papel y no en la computadora. El otro día note lo pésima que se ha vuelto mi caligrafía.
Después pensé en escribir uno de esos textos que parece que van destinados a una persona pero que no se puede asegurar. Si alguna vez, venerado lector, has leído mi blog sabes que el que te escribe se deleita al producir uno de esos textos. Las reacciones a los mismos son excelentes, me inflan el ego y me hacen feliz. Así de simple. Peeeeero (entonación de las Lomas al leer esto último), como todas las cosas buenas en esta vida, el hacerlo iría prostituyendo y abaratando ese tipo de textos. Por lo cual, ¿qué crees?, pues decidí no escribirlo.
Después pensé en escribir porque me late tanto la música ochentera, desde INXS hasta Talking Heads, pasando por placeres gustosos como la inolvidable Total Eclipse of the Heart y por supuesto Physical de Olivia Newton John. Y como olvidar las grandes colaboraciones como David Bowie con Mick Jagger, o Michael Jackson con Diana Ross en El Mago de Oz. Pero, al pensar en esa gran década me vinieron lágrimas a los ojos de la nostalgia, por lo cual tuve que intentar escribir otra cosa.
Y heme aquí, typeando sin control de cosas sin sentido. Es el blog mas Seinfeld-esco que he producido, realmente no tiene tema. Sin embargo, creo que en algún sentido define mi vida en estos momentos. Un arcoiris de sin-sentidos que al final se plasman en un tipo excesivamente guapo y varonil, que trata de hacer la diversión su primera obligación y prioridad. Todo lo que hago, lo hago para sentirme un poquito más feliz, y para intentar producir una sonrisa en la cara de los que me rodean: lo demás es accesorio e irrelevante. Y escribo este tipo de tarugadas porque la verdad me hacen excesivamente feliz. Es el equivalente no físico del sexo para mí, pure bliss.
Espero que hayas disfrutado de mis babosadas. Te deseo una excelente semana.

domingo, 2 de mayo de 2010

There goes

There goes my last chance
It escaped the minute you left my bed
And the chill morning air came in through the window
Every inch of me starts to shiver
At the mere possibility of your touch
But now it’s cold

I’ve never had the words that move you
Make you smile or make you feel beautiful
But still I pretend I do
It escapes me what you saw or see
But it doesn’t matter now anyway
It’s long long gone

Meanwhile, I’ll try to figure it out
With my limited tools at hand
But I promise I’ll smile
And convince you that I’m alright

And every day now the morning light
Hurts way more than it used to
And dreamland is a wanted escape
But I know it won’t last forever
Although no escape seems near
I’ll have to let you go, eventually

Fecha de caducidad

Saber que eventualmente te ibas a ir me dio una libertad que no había experimentado antes con ninguna persona. Si, tengo que confesar que al principio fue duro hacerme a la idea de que teníamos fecha de caducidad. Pensé, ¿por qué estar juntos entonces?
Un poco de antecedentes. Soy en exceso romántico. Muy. Mal pedo. Siempre he pensado que el amor es lo que hace que el día a día no te acabe por dentro. Hace que tu jefe en el trabajo parezca humano. Hace que las decepciones las percibas como enseñanzas. Hace que cuando te chocan, tu pienses que fue una pequeña remodelación al coche. Todo te sabe bien. Todo se ve bien. En ese sentido el amor es tenue, casi imperceptible. Sólo lo encuentras cuando buscas el verdadero origen de tu bienestar. Y ahí está, en todas y cada una de sus modalidades, el amor.
A lo que iba, antes del "pequeño" paréntesis literario. Teniendo en tan alta estima el amor, te empecé a idealizar desde que te conocí. Y al conocer la fecha y hora exacta del inexpugnable final, sólo momentos después, me asustó un poco. Me hizo dudar. Pero en ese instante tomé una de las mejores decisiones que pude haber tomado: me dejé llevar. Si, si tuvo que ver que me encantaste. Si, obviamente tuvo que ver que fue mutuo. Si, si tuvo que ver aquello que te gusta tanto que hice minutos después. Pero fue por la excepción que hice a mi propia regla que todo salió bien.
Cada momento lo vivimos como si fuera el último, clásico cliché que se volvió realidad. Sabíamos que estábamos ante un fenómeno moribundo. En su lecho de muerte. Casi desahuciado. Y aún así fueron los mejores días de mi vida. ¿O fueron horas? ¿Minutos tal vez? No lo se. Sólo espero que cuando voltees la mirada, lo hayas disfrutado tanto como yo. Lo que vivimos fue una total falta de compromisos y de planes a largo plazo. No, miento. Sólo teníamos un compromiso: el no comprometernos más allá de la fecha designada.
¿Por qué te cuento esto ahora? No lo se. Ociosidad puede ser. Tal vez te extraño y no lo quiero aceptar. Tal vez nunca estuve de acuerdo con el final adelantado. Pero lo viví. Y creo que fue lo mejor. Ahora ya no planeo tanto. Ahora me siento cómodo no sabiendo que va a pasar. Soy más audaz, soy más aventado. Creo que sin esperarlo me marcaste más de lo que teníamos contemplado. Por eso, gracias. Por cumplir con nuestro deadline, no te puedo agradecer con la misma sinceridad. Porque a veces, cuando empiezo a dormitar, te veo. Te siento. Y el éxtasis solo me dura lo que el sueño. Me levanto desconcertado, y te busco.
Naturalmente, no estás ahí. Partiste en el momento en que te conocí.